Apolo 5 de noviembre de 2019. Woll Damm Barcelona Jazz Festival.
Para un servidor era la apuesta más novedosa del certamen, aun que podamos catalogarlo de jazz, el batería Mark Guiliana es todo un fenómeno dentro de la música electrónica. Hasta el mismo David Bowie echo mano de sus habilidades para su último disco Blackstar. Y con otro tótem del jazz de vanguardia, el pianista Brad Mehldau crearon Mehliana. Bien, vayamos a lo ocurrido en la sala del Paralelo. El cuarteto salia como ha echo en toda la gira con sus ropas de trabajo (asegurando que chandals, camisetas, discos etc, todo se podría adquirir a la salida) ¡el negocio es el negocio! El público que llenaba la sala 2, sabía lo que venía y desde un principio se integró en la propuesta. Algunos acompañando con sus gestos el braceo increíble de Guiliana, otros, en primera fila bailando esos ritmos hipnóticos que saben crecer dentro de estructuras increíbles. Aun que en el vídeo que podrás ver la final de este artículo el teclista de la izquierda no era el que estuvo en Barcelona, los temas que tocaron son los mismos. Venían a presentar su Beat Música y así lo hicieron.
Decidieron empezar con Bud, lucimiento del teclista Nicholas Semrad, que demuestra la variedad de registros con los que va a trabajar, El bajo eléctrico Chris Morrisey marcando una línea desde el primer momento y Guiliana de momento solo insinuando un acompañamiento rítmico que ira subiendo de nivel a medida que vaya pasando la noche. Siguen con Bones y las primeras filas del público ya están cogiendo el compás, el que más y el que menos va adaptando el ritmo de su corazón a las baquetas contundentes de Guiliana. Stream, que en el disco es el último tema, viene cargado de efectos (como si hubiese una sección de vientos) y los golpes contundentes de Guiliana van marcando el primero de los grandes momentos de la noche. No estamos delante de un cuarteto de jazz al uso, estamos delante de un cuarteto que crea música muy interesante con sus instrumentos, música que bebe sin escrúpulos de ritmos de diferentes culturas y épocas pero que consigue emocionarte, ¿Qué más quieres? Siguen con Roast, el teclista Sam Crowe va encontrando su espacio, pero ahora Guiliana ya está a tope, demostrando su potencia y arrancando los primeros bailes "auténticos" Siguen con Girl, que en el disco era el primer tema, momento para investigar otras formulas, momento para comprobar como puede la batería romper ritmos y no perder el concepto. Siguieron con Bloo, transición melódica que en el disco lleva juego de voces. Y terminaron con Human, tema que al igual que Stream me trae recuerdos de ritmos africanos y de reggae. Por supuesto tuvieron que volver y lo hicieron con Home, temazo de baile con linea de teclados reconocible y pegadiza y el bajo y la bateria (ahora cargadita de detalles) trabajando con la fuerza de los que creen en su propuesta mas allá de etiquetas. Un gran concierto. Fotografías: Lorenzo Duaso
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