diumenge, 26 de març del 2017

Jose Carra



José Carra
“Verso” Romero Music, 2017
Lo primero que me ha sorprendido de este nuevo trabajo del pianista malagueño José Carra es la formación que le acompaña. Está claro que los músicos de jazz españoles han dejado de participar exclusivamente en proyectos cercanos geográficamente para desplazarse por cualquier lugar de la península formando combinaciones adecuadas a cada proyecto, quizás sea una dificultad a la hora de cuadrar agendas para las giras, pero es todo un lujo para las grabaciones. A la batería Dani Domínguez, el batería gallego discípulo de mi admirado LAR Legido, es uno de los baterías más potentes que conozco (lo que le facilita militar en proyectos como Kase O. Jazz Magnetisme o ser de los pocos escogidos por el genial Guillermo Klein) a la guitarra Jaume Llombart, ya pude comprobar en Almería (en el maravilloso ClasiJazz) que a Llombart le cuesta poco acercarse al sur y es ya bastante habitual encontrarlo en proyectos de músicos de allí. Al contrabajo otro catalán, Bori Albero el contrabajista de Girona también está abierto a colaborar en espectáculos domo el de Las Migas (hace poco comentado en estas páginas) o aportar su instrumento a fusiones como el flamenco de Chano Domínguez. Empieza el disco con Prólogo, las palabras de Almudena Vega complementan un piano que busca en el minimalismo la esencia de la comunicación como estrategia de aproximación a ti o a mí, oyentes más o menos fortuitos. La sombra del verso, la guitarra de Llombart ayuda a las percusivas teclas del piano de Carra a modelar la canción. Una guitarra llena de rabia apoyada en una sección rítmica que sabe cómo definir la base, y mientras tanto el piano de Carra va jugando con melodías atemporales que sabrán adaptarse a las visiones espaciales que pueda producirte, querido lector/ oyente este viaje sin guía. Northern, una pieza romántica para el dúo CarraAlmudena. Gólem, la batería de Domínguez y la guitarra de Llombart acercándose sin miedo a los terrenos de la electrónica, bases repetitivas dejando espacio para que el piano (defendiendo la naturalidad de lo acústico) resuelva el dilema o lo haga más complejo según la predisposición del oyente. Hay espacios dónde el contrabajo de Albero te lleva al Drum & Bass sin poder evitarlo. Flying Clouds, el cuarteto teje desde el principio del tema una red que bebe tanto de la electrónica como del rock y al mismo tiempo está cerca del folklore más tradicional, será de nuevo el contrabajo de Albero el que aportará informaciones claras sobre el verso. Solo la flor lo sabe, Domínguez se pasa a las escobillas, la voz de Vega sobrevuela y ordena escenas, el piano romántico y minimalista. Aparece una formación de cuerda que refuerza este ambiente de salón de antaño. La piel ajena, cambio de estilo, vuelve la guitarra de Llombart y apoyándose en el redoble de Domínguez (podría ser una caja de ritmos, dada la perfección del tempo) y el contrabajo de Albero crea un tema original, quizás sea esa la riqueza más importante del trabajo, como con un piano que parece mantenerse en estructuras clásicas con las combinaciones oportunas, van consiguiendo ambientes originales. El corazón de la hormiga, con una estructura fija de piano, y añadiendo otros detalles ¿otro teclado?, la guitarra, el contrabajo, batería se va creando como un tema superpuesto a la línea del piano. El invierno nos pertenece, al melancólico piano se le añaden las cuerdas del cuarteto y da la sensación de una tarde aburrida de invierno, pero Domínguez, Albero y Llombart sacan sus instrumentos y enrarecen el ambiente, ya nada será lo mismo. El contrabajo crea un dúo interesante con el piano de Carra, Domínguez escribe las historias con su Olivetti y la tarde hibernal nos sorprende cada vez más. Kodama, dúo Domínguez, Carra, cuerdas y contrabajo, el piano vuelve a jugar con dobles sonidos, la guitarra de Llombart ocupa el espacio de ese segundo “piano” otro dúo ahora contrabajopiano, un tema de dúos continuos que va buscando algo que se me escapa (de momento) Algo tira de, ahora el trio básico sirve para dar una línea acústica dónde las palabras de Almudena Vega describen situaciones cuotidianas de lo que ocurre en el universo de José Carra, un universo complejo, un universo que como comentaba al principio,  a un servidor le resulta más asequible al compartirlo con Domínguez, Llombart y Albero. +infoCandido Querol   




Jaco Abel & Jorge Pardo







La Pinzellada Flamenca amb Jaco Abel & Jorge Pardo.
El guitarrista Jaco Abel y el saxofonista y flautista Jorge Pardo estarán en el Centre Cívic Besos el jueves día 30 de marzo. Lo que puede ocurrir allí, nadie lo sabe. Por supuesto que el concierto ira de flamenco, el sitio y los músicos están catalogados en este campo musical, pero para los que no conozcan a estos señores, intentaré explicar sus abanicos musicales.
Jaco Abel es por antonomasia el guitarrista eléctrico del flamenco, y alguno pensará, ¿no era Raimundo Amador? El Pata Negra es cierto que toca la eléctrica, pero aun que entiende los cantes y proviene de familias flamencas, nunca ha pretendido hacer flamenco. En cambio Jaco Abel, lo que propone es un acercamiento a las grandes guitarras del flamenco pero con la eléctrica. Igual que puede acompañar a grandes cantaores como mi admirado Salao o fundirse con el guitarrista Tuareg Bombino y buscar similitudes en sus músicas. Respecto a Jorge Pardo, sólo por haber formado parte del sexteto del maestro De Lucía ya tiene un sitio reservado en el paraíso, pero además su flauta ha estado presente en un montón de grabaciones de lo que se denomina fusión de flamenco y jazz, de echo igual que les ocurre a sus coetáneos (Carles Benavent, Javier Colina) son músicos igual de sobresalientes en el jazz que en el flamenco. Así que queridos amigos, nadie sabe lo que puede dar de sí este encuentro. Pero indiferente no te va a dejar. Candido Querol



divendres, 24 de març del 2017

Fernando Brox quartet

Fernando Brox Quartet
“Secreto” UnderPool y Rizoma Records, 2017
Había escuchado al flautista malagueño en la orquesta de Ernesto Aurignac cuándo presentó UNO, Mosquito Records, 2014. Pero debo reconocer que no le presté demasiada atención entre la cantidad de músicos que colaboraban en aquel maravilloso disco. Ahora al escuchar estas composiciones suyas (más un tema de Ellington) descubro un músico con muchas cosas que contar y muy bien contadas. Le acompañan Toni Saigi al piano, Andreu Pitarch a la batería y Pau Sala al contrabajo, músicos que empiezan a tener un nombre en el circuito de jazz catalán, una generación que viene apostando por un jazz sin complejos y que no importa de dónde vienen sus raíces, sino hacia dónde nos lleva su música. La flauta de Fernando Brox, desde la primera escucha del disco, hace ya una semana, me pareció que nada tenía que envidiarle a un saxofón o a una trompeta, (instrumentos más habituales en estas formaciones de cuartetos) la segunda observación es sobre la diversidad de las composiciones y para eso lo mejor es escucharlas una por una. Beautiful people, pues eso, gente guapa, de cuándo Miles vestía con clase, de cuando el soul y el jazz se llevaban bien, atento a la batería de Pitarch. Después espacio para el trío, ya hace días que mi amigo Hugo Astudillo me habló de Toni Saigi, vete quedando con esos nombres. Lista de la compra, imagina un trío clásico haciendo una versión de Oscar Peterson y una voz dulce cantando la canción, ¿lo tienes? Pues ahora cambia la voz por la flauta de Fernando Brox y déjate llevar, lo más fácil es que al final algo de la lista se te olvide, pero ¿acaso importa? Tíbia y peroné, iba a decir que huele a Wayne Shorter pero es que el siguiente tema se titula Shortera. ¿Algún problema con homenajear al de August? Vuelvo a maravillarme de la riqueza de registros de una flauta. Macoyero, seguimos muy cerca de Miles, al menos en la entrada del tema, pero vamos a ver como lo dirige Saigi, el trio tiene ganas de libertad, el contrabajo de Sala vuela inquieto, la batería está segura de su rumbo y Saigi sube y baja desafiando esquemas. El poder de los corazones, el título suena a balada, la sección rítmica marca el tempo adecuado y Brox vuelve a “cantar” con una voz dulce y cautivadora. ¡No Hombre! La flauta de Brox marca el ritmo y no va a ser fácil, hay una mezcla de influencias que cuesta seguir, no sabes si ha cambiado las revoluciones para complicarlo todo, o es que vive sus recuerdos en flashes de segundos, un tema curioso y original. Roman Romanovsky, seguimos por caminos inhóspitos, sendas estrechas que exigen atención. Libertad para el cuarteto, ora el trío arriesga, ora la flauta se obceca en sonidos que buscan sensaciones impredecibles, free jazz le llamaremos para entendernos. Para cerrar la única versión del disco,  Sophisticated Lady (Duke Ellington) Empieza Saigi y empieza con notas que despistan, Brox da algunas notas que ayudan a reconocer el tema, Saigi se une a la explicación, y cuándo el cuarteto está completo se impone el blues. Pitarch suena detrás, Sala y su contrabajo pasan a primer plano (se trata de tristeza y el contrabajo sabe un rato), la flauta de Brox dulcifica la escena, y así entre voces que saben de lo que hablan podríamos seguir un buen rato. Yo voy a volver a empezar. + info  | Candido Querol

dijous, 16 de març del 2017

Mariola Membrives

Mariola Membrives. Omega 20.16

Algunos proyectos nacen, crecen y mueren, pero hay otros que crecen y se transforman para volver a nacer. Este es el caso de Omega aquel proyecto que ahora hace 21 años naciera de la fusión del flamenco de Enrique Morente con el rock de Lagartija Nick, un proyecto que bebía de las letras de Lorca y de Leonard Cohen. La cantaora flamenca Mariola Membrives lo hizo suyo para un encargo de la Sociedad Flamenca de Barcelona El Dorado y el año pasado, cuando se cumplían 20 años del nacimiento de la criatura, quiso Mariola recordarlo acompañada de un grupo de músicos de jazz y flamenco con los que sabía que el éxito estaba asegurado. Durante todo este año, el proyecto ha seguido presentándose en diferentes escenarios y poco a poco ha ido cambiando, aun que sigue llamándose Omega 20.16 de tal manera que hoy en 2017 se volvía a encontrar con el público que lo vio nacer, un público que quiere a la cantaora y sabe que puede confiar en el buen gusto de esta mujer para escoger los músicos. Atención al grupo, a la guitarra un compañero habitual de la cantaora Oliver Haldon, guitarrista discreto en un grupo de primeras espadas. A la trompeta Raynald Colom una de las mejores trompetas del jazz actual y músico cercano al flamenco, tanto en su proyecto con La Tremendita como en múltiples colaboraciones con Duquende, Blas Cordoba etc. En la batería Guillermo McGuill, compañero durante algún tiempo de Chano Domínguez y músico que había   colaborado también con Morente. Y en el contrabajo Giulia Valle, una mujer que se acerca a cualquier lenguaje musical con la seguridad que da la confianza en uno mismo, no era fácil el reto de substituir a Masa Kamaguchi, contrabajista fiel a Mariola Membrives desde un principio, pero la pulsación vital de Valle le sienta genial al Omega. Empezaron con Omega (Poema para los muertos) y lo empezaron con un dúo de trompeta y batería que ya presagiaba algo grande y quiso Mariola jugar con susurro y voz, con micro y pulmón, un poco arriesgado y más sabiendo lo que pasaría cuándo entrase la trompeta y el contrabajo. Un tema obscuro que previene las atmósferas que vendrán. Siguen con Sacerdote de Leonard Cohen, la voz de Mariola va cogiendo el espacio que necesita y el cuerpo de la cordobesa vuelve el escenario más flamenco de lo que parece. Sigue con La niña ahogada en el pozo (dice Mariola que quiere acordarse de Paco de Lucía) y un servidor escuchando la trompeta de Colom de quién se acuerda es de Miles Davis. Se quedan solos voz y contrabajo para Pequeño vals vienes, y me encantó como lo trabajó Giulia Valle, también es verdad que Mariola lo hace suyo, cada vez que se lo escucho, me da la sensación que es una canción que parece creada para su voz y contrabajo. Siguieron con Aleluya, de nuevo Cohen ahora es el momento para la guitarra de Haldon, no sólo por su toque flamenco sino también por como se comunica con Giulia Valle, fenomenal. Siguen con Aurora de Nueva York y aprovecha Mariola para hacer patria y recordar que los arreglos son de su paisano Vicente Amigo. Quisieron terminar con Ciudad sin sueño, de nuevo Lorca y esa maravillosa visión que tuvo el poeta de la ciudad de Nueva York y que todavía hoy nos parece totalmente actual. muchas veces al releer esos poemas me da la sensación que Federico García Lorca miraba las cosas de tal manera que se quedaba con aquello que permanece tanto en los objetos como en las personas, por eso su poesía siempre es actual. También este proyecto de Mariola Membrives se acerca de la misma manera a los poemas y las músicas que lo forman, por eso no sólo no muere sino que renace año tras año. + info | Fotografía Dani Alvarez. Texto  Candido Querol.  
        

diumenge, 5 de març del 2017

Las Migas





Las Migas.
BARTS 4 de marzo de 2017

Hace un par de meses hablando con ellas me comentaban que querían hacer una presentación de este Vente conmigo, Concert Music, 2016 por todo lo alto. Que ya no pensaban en salas pequeñas, que querían un espectáculo majestuoso, pues lo consiguieron, vaya si lo consiguieron. Casi llenaron la sala del Paralelo y con un público que conoce sus canciones y hasta la vida de cada una de las cuatro Migas, unas fans (gran presencia de público femenino) que les apoyan cualquier idea, coros, frases ocurrentes, y que van a ser incondicionales por lo menos de momento. En esta época en que vivimos la música tiene esa paradoja, cuando intentas investigar a través de ella, a nadie le interesa, pero cuando tienes claro lo que el público espera de ti, se lo das y todos contentos. No dejaron nada al azar, era un show controlado al minuto, todo perfecto, todo fluyendo con la precisión necesaria para enamorar a sus fans, por eso triunfaron. Una puesta en escena preciosa, con velas, rojos encendidos de pasión y un juego de oscuridad y luz que mantenía la tensión emotiva de la propuesta. Detrás una sección rítmica necesaria con Bori Albero al contrabajo y Manuel Maseado a las percusiones. Delante las cuatro Migas, elegantes, seguras de su propuesta y con ganas de convertir el espectáculo en algo personal, con ese compadreo entre ellas que va más allá de compartir un escenario. Empezaron con Viejo patio y el sonido estaba increíble. La cosa iba rápida, ya estaban con Vente conmigo el público aplaudía a rabiar. De repente un paso atrás,, Con toda palabra de la admirada Lhasa de Sela cada vez más las versiones de Lhasa están presentes en los repertorios de nuestras cantantes, ¿porque será? siguieron con Déjalos que digan, y aquí pudimos comprobar la habilidad de la nueva violinista, Roser Loscos una joven de Agramunt que va a dar mucho que hablar. Siguieron con Ojos grandes, (tenía dudas sobre si aparecería Miguel Poveda para hacer la segunda voz) pero no, otra vez será. La verdad es que Alba Molina lo hizo perfecto, pero hubiese sido una sorpresa agradable. Voy a perder la cabeza por tu amor, Manuel Alejandro siempre es una apuesta segura, y Alba Molina sabe que no hay público que se resista a lo sentimental y de paso Marta Robles nos recuerda que sigue siendo una guitarrista de flamenco. También Alba Molina tenía ganas de flamenco y vestida para la ocasión, se marcó unos bailes que cerraron con unos tangos.  La plaça del Diamant (un tema con regusto a Serrat) Ojos grandes y se quedan solas en escena las dos guitarras, Marta Robles y Alicia Grillo para interpretar una guajira que ha compuesto Marta Robles. También Roser Loscos aprovechó para un solo de violín, con un juego de pedales que parecía los de un guitarrista, para lograr uno de los aplausos más fuertes de un público bastante asombrado. Ni contigo ni sin ti, con letra y  música de Marta Robles un tema redondo. Aprovecha Molina, para explicar esas cosillas que le llegan tanto al público sobre momentos difíciles que cuándo se resuelven dan lugar a canciones, Calma, todo está en calma. Presentó Marta Robles el siguiente tema agradeciendo a Josep Bordes la letra tan simpática. Con lo bien que yo estaba sola. Hicieron un son cubano que no está en el disco, Cosas buenas y me da la sensación que la música cubana cada vez está más presente en sus arreglos. Hicieron todo un juego para evitar los bises, pero no fue mas que un juego, al público le gusta pedir sus bises y así lo hicieron, dejaron que el público decidiera y como era natural cerraron con Me mueve el aire con toda la sala colaborando con ganas, pues eso un éxito total. + info