Martirio – Chano Domínguez.
A Bola de Nieve
BARTS, Woll Damm
Barcelona Jazz festival. 28 de noviembre de 2019
A veces ocurre que algunos aficionados a la música, sea
jazz, clásica, flamenco o R & roll desconocen a personajes como este Bola de Nieve por atípicos e
inclasificables. Si fuese tu caso, querido lector, te recomendaría que buscases
el disco Bola de Nieve que edito Mario Pacheco para Nuevos Medios en el 2003. Treinta y tres canciones fundamentales
para entender a uno de los más grandes músicos que ha dado Cuba. Siguiendo con consejos, si quieres acercarte a algún músico
contemporáneo que haya revisado la música de Bola de Nieve, busca Tomate trío y cebolla “Canta Bola de Nieve” UnderPool 2014, dónde
el pianista Javier Galiana junto al
bajista José López y el baterista Juan Sáinz, se acercan cómo nadie al
sentimiento de Bola. Pero basta de
consejos y vamos al concierto de Martirio
y Chano Domínguez. Cualquier excusa
es buena para juntar a Martirio con Chano, lo hicieron para revisar la Copla y ahora la excusa es Bola de Nieve. Pero cuidado, Bola era un hombre y un piano, en este
caso hay dos personas, y ambos con una personalidad muy fuerte. Por eso empezó
la noche con Chano al piano haciendo
un repaso por unos cuantos temas del homenajeado, un refrito dónde Chano dejo claro que toda la música de Bola la toca él en cinco minutos y
cargada de adornos jazzísticos. Entró Martirio
y apostó por Marta Valdés (apuesta
segura) Tu no sospechas, no es uno de
los temas que más popularizó el Bola,
pero la intención de Martirio no era
revisar sus grandes éxitos sino buscar los temas que mejor se adaptaban a la
línea “dramática” que iba a tener la
noche. Le gusta a Martirio
aprovechar los boleros de Bola para
explicar al público todo lo que supone el perder a tu pareja, el desamor, los
desengaños, las ilusiones, en fin todo aquello que tan bien describe tanto en
canción como en charla amena, esta onubense tan teatrera. Los temas de Bola son cortitos y hubo mucho relleno de explicaciones, que en
ningún momento sobraron, Martirio
conocía bien el momento histórico que vivió nuestro personaje y fue un placer
averiguar detalles de su relación con Alberti,
aprovechó para cantar Se equivocó la
paloma, su similitud con Lorca,
como pianistas y como sensibilidades extraordinarias. El piano jugaba entre
acercar la música de Bola de Nieve
al flamenco (bulerías) o al jazz. Martirio
interpretaba, con la voz y con sus “atrezos” escénicos, la pasión del
compositor. Iban sonando Ya no me
quieres, No quiero que me olvides, Alma mía, Drume negrita. Y llegó No me comprendes, “me dices loca porque me
rio cuándo debiera tal vez llorar” y aquí Chano tuvo claro que solo tenía que fundirse con Martirio, y dejarla hacer. Primer
momento genial de la noche. Y cómo si hubiese sido la señal, siguieron por ahí,
Que dirías de mí, No puedo ser feliz,
Vete de mí ¡Qué tres canciones! Este es el concierto que yo quería, esas
declaraciones de “desamor” que le van perfectas al estilo de Martirio y que Chano con la izquierda mantiene la tensión y la derecha no pretende
adornar nada. Los adornos no siempre son necesarios, a veces sobran hasta en Navidad. Y vino La Vie en Rose, en este tema Martirio
ya se olvida del Bola. Está más metida
en su personaje escénico, (ningún problema, el público está totalmente de
acuerdo) aplausos, la gente en pie, y los dos músicos felices de volver a
apasionar al respetable. Y llegaron los bises, nada menos que tres, Ay amor, una revisión muy curiosa por parte de ambos, muy libre, muy flamenca. Bito Manue ( ahora compenetración
total con Bola de Nieve, Martirio imitaba
hasta el acento del cubano) y un Manisero
que volvió a levantar en pie al público. + Info | Fotografías: Lorenzo Duaso
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